La boca de Alicia es afilada. Siempre adivina lo que escondo en mi corazón: desamor, tristeza, impotencia. Sólo ella, con su implacable libertad, me ha enseñado la importancia de amar y, sobre todo, de decir las dos palabras correctas: “te amo”.
Escrito por: Carlos Campos
Narrado por: Alain Kerriou